martes, 16 de diciembre de 2008

Monedas de una cara


Hace un par de días, leía que para saber amar y ser realmente feliz, lo primero de todo es saber odiar.



Esta genial ocurrencia salió, ni más ni menos, que de la imaginación de Risto Mejide, uno de los personajes más polémicos de nuestro país: “
Si no sabes odiar, cómo quieres que te crea cuando me dices que amas. Las monedas de una sola cara han sido, son y serán siempre falsas, por bonitas que sean”.

Según Risto, sólo podemos amar cuando nos encontramos lejos de aquello que odiamos.
Es cierto que no existe un ying sin un yang, pero... ¿hace falta llegar a tal extremo? ¿No puede haber amor sin odio?

No creo, sinceramente, que sean dos sentimientos que vayan cogidos de la mano ni que uno llame al otro. Para ser felices no hace falta que nos odiemos los unos a los otros, ya que los sentimientos negativos no nos llevan a buen puerto. Y es que la simple posibilidad de realizar un sueño es lo que hará que nuestra vida sea interesante.

Aunque me puedan criticar diciendo que soy “falsa”, yo sigo prefiriendo las monedas de una sola cara.

2 comentarios:

13ob dijo...

Muchas cosas parecen tener dos caras, pero se pueden considerar como una sola. Como el calor y el frío, parecen dos cosas, pero sólo es más o menos temperatura. Y para valorar bien un extremo potser hay que probar el otro también.

Me haces comentar unas cosas muy raras Xènia ¬¬'

^^ ja ve el nadal!

Xènia dijo...

ya ves... hago que salga tu parte más filosófica!!!