Tu Leyenda Personal

Como es arriba es abajo.
Como es adentro es afuera.
La Tabla de la Esmeralda, circa 3000 a.C.

Cuando el rey Salem se dirigió a Santiago, le dijo: «El Alma del Mundo se alimenta con la felicidad de las personas. O con la infelicidad, la envidia, los celos». El joven pastor, avergonzado y admirado, preguntó al monarca por qué conversaba con él. «Existen varias razones», respondió el anciano, «Pero la más importante es que tú has sido capaz de cumplir tu Leyenda Personal».

El Alquimista, del escritor Paulo Coelho, habla sobre los sueños. Los jóvenes no tienen miedo de soñar y desear todo aquello que les gustaría hacer en sus vidas. No obstante, esa ilusión se desvanece a medida que pasa el tiempo: unas fuerzas misteriosas les convencen de que nunca podrán alcanzar su meta. Pero estas fuerzas, en realidad, tan solo pretenden forjar nuestro espíritu y voluntad, puesto que «seas quien seas o hagas lo que hagas, cuando deseas con firmeza alguna cosa, es porque este deseo nació en el alma del Universo».

Siguiendo esta misma línea, Rhonda Byrme en su libro El Secreto habla de la “Ley de la Atracción”, según la cual atraemos a nuestra vida aquello en lo que creemos. Por esta razón, se podría afirmar que vivimos la vida según cómo nos la planteemos y, en consecuencia, el camino que sigamos depende sólo de nosotros mismos.

Sea como sea, creamos o no en los designios misteriosos que mueven el Universo, es importante que nunca perdamos la ilusión ni aparquemos nuestra Leyenda Personal. Sólo si creemos en nuestros sueños lograremos que se conviertan en una realidad: «es justamente la posibilidad de realizar un sueño lo que hace que la vida sea interesante».